Pensamiento


Pienso que pensar es un arma. Y un arma vendría ser un elemento que uno tiene para pelear, en este caso contra la ignorancia, contra lo que nos quieren hacer creer, contra todo lo que viene servido en bandeja. Al pensar tenemos la posibilidad de analizar las cosas bajo nuestra propia óptica, y de llegar a conclusiones personales.

Pero las armas hieren, lastiman, causan dolor. Y hablo de dolor propio. Un arma mal usada nos puede causar un accidente; un cuchillo que se nos zafa de la mano, una espala mal blandida, un tiro que se nos escapa. Y fuiste. Eso que supuestamente te iba a ayudar a progresar, a avanzar, te jugó en contra.

Te enroscaste en un mar de pensamientos que se te fue de las manos, y no lo podés evitar. Y los análisis y sobreanálisis en los que caes te terminan afectando. Caes en razonamientos que abren la carne, dejando una herida expuesta.

A veces pareciera que conviene tener un cerebro perezoso o anestesiado, y vivir en una inercia desabrida pero complaciente.

Comentarios

  1. Coincido con que es un arma.
    Pero no con dejar el cerebro anestesiado. Disiento con eso.
    Vengo del blog de JLO:

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    Respuestas
    1. Será cuestión de seguir practicando para aprender a usar el pensamiento saliendo ilesos.
      Un placer tenerlo por aca.

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