De lo negro a lo blanco


Al final armé este blog para sacar a relucir mis miserias, esas que no suelo contar por pudor, y se terminó transformando en un espacio monotemático donde no hago más que hablar de Nina, de los sueños con Nina, de las cartas de Nina, Nina, Nina… O también traigo otras historias, pero que en algún punto hacen una referencia a ella. Y hoy no va a ser la excepción, aunque se trate de una historia de muerte.

Recuerdo el 8 de julio del año 2007 como una noche invernal de un frío inusitado. Habíamos sido invitados a una fiesta de disfraces como celebración de las bodas de plata de los padres de un amigo, aprovechando que al día siguiente era feriado, y por lo tanto se podía trasnochar. Junto a mi hermano y Nina, nos pusimos de acuerdo para combinar nuestros disfraces con una temática en común, y elegimos representar a personajes de Futurama. El que más se puso el trabajo al hombro fue mi hermano, quien se fabricó todo el cuerpo robótico de Bender; yo por mi parte tomé la apariencia de Fry, y Nina se convirtió en Leela. Fuimos el foco de atracción de la fiesta, sin lugar a dudas.

Esa noche ella se quedó a dormir en casa, y a la mañana, mientras seguíamos en la cama haciéndonos algunos mimos, sonó mi celular con el sonido de un mensaje entrante. Era mi mamá avisándome que había muerto mi nona. La nona estaba internada desde hacía varias semanas, porque se había fracturado la cadera y estaba aguardando una prótesis, pero en esa espera, su delicada piel se lastimó por el contacto constante con las sábanas, con lo cual el panorama se había complicado, porque hasta no curársele esas heridas no podrían someterla a una intervención quirúrgica. Los días corrían con los consecuentes achaques que se acentuaban cada vez más, y el panorama no se iba haciendo muy alentador.

Con la noticia de la muerte, y la jornada intensa que nos esperaba de trámites, velorio, y demás, Nina prefirió irse para su casa. El frío que hacía cuando la acompañé a la parada del colectivo era impresionante. Mientras esperábamos el transporte en silencio, aún afectados por la noticia, me pareció vislumbrar una partícula blanca que se balanceaba por el aire a medida que descendía del cielo. Una pelusa de algo, pensé. Cuando volví a casa, alguien había prendido la tele para distraerse, y en el noticiero estaban mostrando que la ola de frío era muy fuerte, y que en varios puntos del país estaba cayendo aguanieve, incluso en ciudades donde no era frecuente.

Durante las horas del mediodía se agilizaron los trámites del velorio, y para cuando llegó la hora del mismo, ya era muy considerable la cantidad de nieve que caía sobre Buenos Aires. Cabe aclarar que la última vez que había nevado en la ciudad había sido cuarenta años antes. La gente en la calle parecía excitada, contenta y no sabían cómo reaccionar ante tamaña sorpresa. Porque para colmo era feriado, y todo el mundo podía aprovechar esa jornada histórica. Mientras tanto, con mi hermano estábamos parados en la puerta de la sala velatoria, viendo esos copos que no paraban de caer, con una mezcla de tristeza y desconcierto. Todos los que estábamos en Buenos Aires, vamos a recordar por siempre el 9 de julio del 2007, por uno u otro motivo.

Comentarios

  1. Y si un blog no sirve para expresar las emociones...No veo inconvenientes en que mencionés a Nina, que ha quedado impresa en tu espacio onírico.
    Que tristeza.
    Y es cierto que es algo para recordar.

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  2. Que impacto debieron ser ustedes tres en esa fiesta, que creatividad. Y era adecuado por la relación de Fry y Leela.

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    1. Absolutamente, hasta nos dieron un premio! jaja. Y si, el disfraz conjunto suma mucho.

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  3. Sí, como olvidar ese día! Que buenos disfraces, me gustan.
    Coincido con Demiurgo, para que esta el blog sino?
    Un beso.

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  4. Qué pena lo de tu abuela... pero al menos su partida está ligada a algo que es un buen recuerdo a su manera. Muy buenos los disfraces. Besos!!

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    1. Si, es como que el recuerdo de la muerte se termina entremezclando, y lo hace menos amargo.

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  5. ¡Hola! Pero mira que es tu blog y si vas a expresar justo aquello que te está haciendo ruido, tienes que hacerlo.
    Curioso disfraz grupal eligieron, realmente, el de Bender debe haber sido costoso.
    ¡Qué triste lo de tu abuela! Pero mira que me parece una bonita despedida, más cuando la nieve es tan inusual en algunos sitios.
    ¡Un abrazo!

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    1. A decir verdad, no fue muy costoso. Mi hermano se suele dar mañana para construir cosas. Usó cartón, alambres, y no sé qué mas.

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