Sueños del 2008


Hace dos semanas que no tengo terapia, porque Belén se fue de vacaciones. Pero me dejó tarea para hacer en su ausencia. Ya había contado anteriormente lo de mis frecuentes sueños con Nina durante estos últimos diez años, que fui registrando meticulosamente en escritos, y que decidí hace poco darle fin a esta tarea. Mi idea es transformar todo ese material en un libro, pero tengo que ver de qué manera darle forma. Y Belén me encomendó que utilice estas semanas para leer y tratar de encontrar patrones en los sueños, organizándolos por año, y tratando de entender cuál pudo haber sido el significado que tuvieron esas representaciones oníricas. La idea de esto es tener en cuenta cómo era mi vida en esos tiempos, qué cosas me pasaban, como para que sea más fácil el análisis. Así que todo está separado por años, comenzando por el 2008, que fue cuando los sueños tuvieron su inicio.


Ese año lo recuerdo como muy difícil. Nos habíamos peleado con Nina en diciembre del 2007, a la semana volvimos a estar juntos, pero a los pocos días otra vez nos separamos. Ella no quería eso; fue más bien por decisión mía, pero aún así la extrañaba mucho, y cada día era muy difícil de sobrellevar; pero creía que era necesario transitar ese tiempo de malestar para “superarla”. A los meses, como seguía pasándola mal, le propuse de volver a intentarlo, pero ahora fue ella quien dijo que no. Tiempo después, en el momento en que más cerca estuve de asimilar la separación, ella volvió a aparecer con su pedido de regreso, cosa que me desbalanceó. No sabía qué hacer, y le negué el pedido. En sí, todo el año estuvo marcado por desencuentros, el no timing, y el pensar en ella absolutamente todos los días, pasándola muy mal y extrañándola terriblemente. 

La temática que engloba los sueños del 2008 es la del reencuentro. Que estábamos distanciados y por algún motivo volvíamos a vernos las caras después de un tiempo, y de repente estaba todo bien, como que uno o ambos habíamos decidido olvidar los conflictos del pasado, y como nos extrañábamos, decidíamos volver a empezar, haciendo un borrón y cuenta nueva. En algunos sueños no es tan explícito lo del regreso, pero al vernos había algo que se sentía todavía, una unión que se percibía en nuestras miradas. En esos encuentros por lo general prevalecen las sensaciones de bienestar, de felicidad, alegría, amor. 

Hubo un sueño particular, del 1° de diciembre, en que yo ingresaba a su perfil de Fotolog y me encontraba con una foto suya en la que aparecía con un flaco, lo cual me producía malestar. Me llamó la atención la similitud con lo que pasó a principios del actual 2018, cuando la encontré en Instagram.



Comentarios

  1. Gracias! Los próximos días iré publicando lo correspondiente a los años que siguen.

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  2. Los sueños nos suelen dar mucha información de cosas que despiertos no queremos pensar. Seguro que sacas algo en limpio del ejercicio. Besotes!!!

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    1. Si puede ser, igualmente es un tanto fuerte la lectura, porque afloran sentimientos que uno creía olvidados (y son casi 100 sueños que tengo escritos).

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  3. ¡Hola! Me gusta eso de valerte de los sueños para armar un libro, aunque cuando son cosas tan nítidas y tan cercanas, como el reencuentro con alguien a quien se quiere mucho, suele ser difícil afrontar la reelectura de ello. ¡Mucho ánimo! Seguro vas a sacar algo bueno de ese ejercicio <3
    Un abrazo!

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    1. Si, es como decís, es una lectura bastante intensa. Pero ya llegué hasta acá, así que ahora pienso seguir adelante.

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