El otro día pensaba (y hablaba solo, y en voz alta, que es algo que estoy haciendo cada vez más frecuentemente) en esos supuestos imaginarios, absolutamente imposibles de acontecer, pero que son divertidos, o a lo sumo entretenidos a la hora de analizarlos y debatir un rato. Le propuse el tema a un par de amigos y gustó, y acordamos hacer una videollamada para hablarla detenidamente, pero si bien hicimos la “reunión”, después la charla se extendió en otros temas y nunca llegamos a esto. Pero qué tanta vuelta, y no se entiende de qué estoy hablando. Ahí va, ya lo digo. Lo que había estado pensando era… Imaginemos que podemos elegir una, y sólo una de las siguientes posibilidades. Son como superpoderes, o no sé si tanto, pero algo por el estilo, y todas un poco por la misma línea. Opción 1: viaje en el tiempo, tal como nos lo enseñó el cine de ciencia ficción. Puede ser a cualquier fecha a elección, tanto pasado como futuro, pero es únicamente un viaje de ida, es decir que no podemos...