Sueños del 2010


A nivel personal el 2010 fue un año extraño, que pegó un vuelco muy fuerte. La primera mitad fue como una continuidad de los anteriores, pero con un malestar más acentuado, que además del sufrimiento por Nina, se le sumó lo de Victoria. Un desgano laboral muy marcado, y un sentimiento de que la gente acá, en Buenos Aires, está súper alienada y deshumanizada. Recuerdo esos primeros meses como una de las peores épocas de mi vida, lo cual me llevó a renunciar e irme de viaje promediando el año. La segunda mitad fue de las mejores épocas que viví.

No encontré una diferencia sustancial en los contenidos de los sueños en una y otra época, pero sí disminuyeron en cantidad en el tramo final. Como temas se sigue repitiendo la reconciliación, el volver a estar juntos, superando el trago amargo de la distancia que nos alejó. En algún caso también vuelve a darse el temor a que esa alegría post regreso vuelva a transformarse en malestar. También se dio en uno de los sueños, que si bien ella quería pasar el momento conmigo, me aclaraba que la cosa no iba a cambiar entre nosotros, que no íbamos a volver; y en otro era yo quien entendía que no había retorno posible, al ver que ella estaba saliendo con mi hermano.

Otra cosa que se repitió bastante en este año, y que hasta ahora no había aparecido, fue un sentimiento de preocupación por ella, una necesidad de ayudarla o de interés por su bienestar. En algún sueño fue una ayuda puntual que necesitaba para una tarea; en otro quería protegerla porque había un par de sujetos que me parecían malintencionados y sentía que ella estaba vulnerable; en otro la veía llorando y quería saber qué le pasaba; y en un último ella estaba internada porque había tenido un accidente, y yo iba al hospital.

En este último, hubo algo llamativo. En la sala de espera además de mí estaban los padres de Nina y el novio actual. Cuando sale el doctor a informar las novedades, todos nos acercamos, pero él se frena antes de comenzar a hablar, como esperando que yo me aleje, porque claramente no era un familiar directo. Al entender esto me voy apartando, y el médico dice “por fin cayó”, haciendo referencia a que me di cuenta que me tenía que ir. Analizándolo, entiendo que el significado es que debo (o debía) asumir que la relación ya había quedado atrás, que ella había seguido con su vida (tenía novio) y que yo ya no formaba parte de su círculo. Yo tenía que “caer”, como dijo el doctor. Pero aún así, yo me seguía preocupando por ella, y si bien me alejé un poco, lo hice unos metros, a la suficiente distancia para no molestar, pero manteniendo la cercanía necesaria como para seguir teniéndola al alcance de la vista. Nunca me alejé del todo, porque quiero saber de ella. Este sueño fue dos semanas después de estar en Perú, abrazado a una chica francesa en la terminal de Cusco, cuando ella se iba de la ciudad después de pasar unos días juntos. En el momento del abrazo, abrí los ojos y vi un cartel enorme que decía “Nina”. Lo recibí como una especie de mensaje, de entender que la vida tenía cosas copadas (como ese mismo instante con la francesa) y que no podía seguir atado al recuerdo de Nina. En ese momento sentí que había hecho el clic para desprenderme de esa mochila, y que por fin me iba a olvidar de todo el asunto de Nina.


Comentarios

  1. Es curioso cómo en los sueños ponemos a veces en boca de otros lo que no nos atrevemos a verbalizar nosotros mismos... Pero es bueno que al final te dieras cuenta, aunque lo dijera un médico ficticio. Besotes!!!

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    1. Si, maldito médico... ¿quién se piensa que es? Sólo porque es un producto ficticio de mi imaginación, no quiere decir que tenga autoridad para tratarme de esa manera... jaja

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  2. Algunos personajes oníricos son tan molestos, que sospecho que pasan de sueño en sueño, para tratar mal a diversos soñadores. Coincido en que no tenía derecho a tratarte de esa forma. Que desconsiderado.

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    1. Dicen que supuestamente nuestras mentes no son capaces de inventar caras. O sea que cuando soñamos con alguien "que no conocemos" en realidad lo vimos en algún lugar. Que divertido sería poder identificar a esas personas que cruzamos en la calle una vez, y que terminan siendo los actores de reparto de nuestros sueños.

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  3. ¡Hola! Curiosa forma de hacerte caer la ficha. Aunque como Demiurgo, sospecho lo mismo, si bien, el subsconciente puede formar parte de eso, hay cosas de los sueños que me parecen, no se explican simplemente con la psicología.
    ¡Un abrazo!

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    1. Me encantaría tener una máquina que te traduzca los sueños... ja

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