Pensamiento
Pienso
que pensar es un arma. Y un arma vendría ser un elemento que uno tiene para
pelear, en este caso contra la ignorancia, contra lo que nos quieren hacer
creer, contra todo lo que viene servido en bandeja. Al pensar tenemos la
posibilidad de analizar las cosas bajo nuestra propia óptica, y de llegar a
conclusiones personales.
Pero las armas hieren,
lastiman, causan dolor. Y hablo de dolor propio. Un arma mal usada nos puede
causar un accidente; un cuchillo que se nos zafa de la mano, una espala mal
blandida, un tiro que se nos escapa. Y fuiste. Eso que supuestamente te iba a
ayudar a progresar, a avanzar, te jugó en contra.
Te enroscaste en un mar de
pensamientos que se te fue de las manos, y no lo podés evitar. Y los análisis y
sobreanálisis en los que caes te terminan afectando. Caes en razonamientos que
abren la carne, dejando una herida expuesta.
A veces pareciera que
conviene tener un cerebro perezoso o anestesiado, y vivir en una inercia
desabrida pero complaciente.
Coincido con que es un arma.
ResponderBorrarPero no con dejar el cerebro anestesiado. Disiento con eso.
Vengo del blog de JLO:
Será cuestión de seguir practicando para aprender a usar el pensamiento saliendo ilesos.
BorrarUn placer tenerlo por aca.