Vexilología
Completando el fixture del mundial, veo las banderitas impresas en el papel y recuerdo los orígenes de mi pasión por las banderas. Pasión, gusto, o no sé qué carátula darle. Hay algo de estos emblemas patrios que me resulta muy atractivo. Entiendo que es por los colores. Siempre tuve una fijación por lo que resaltaba por su colorido. Me acuerdo de una escena de Rambo, casi llegando al final, donde el personaje se asoma desde la penumbra de un bosque, y ve a lo lejos las luces de una estación de servicio, me parece. Se veían muchas lucecitas de colores. Era mi parte favorita de la película. Pero volvamos a las banderas. Mi mamá es docente, y cuando yo era chico (estoy hablando de cuando tenía unos ocho años, calculo) ella tenía un manual que es el que usaba para preparar las clases. A mí me gustaba hojearlo, porque tenía buenas ilustraciones. Pero la página que siempre cautivaba mi atención era la que mostraba las banderas de todos los países. Me generaba cierto placer ver esto, y