068563

Los sueños tienen un poder muy fuerte sobre nosotros. Creo que dicen mucho de lo que nos pasa, pero con un lenguaje que no terminamos de interpretar del todo. Muchas veces los tomamos como algo literal, y así nos alejamos del verdadero significado que tienen. Me encantaría tener el don de interpretarlos a la perfección. Los analizaría. Igual es posible que cada persona, cada mente, opere de una manera diferente, y no sería viable hacer generalizaciones. No podría afirmar “soñar con esto significa esto otro”. Capaz en mi cabeza sí, pero en la de otros las reglas del juego son distintas. Lo siento Freud.

Pero hay otro tipo de potencial en ciertos sueños, que es el de la premonición. Es decir, soñar algo que todavía no pasó. Yo tuve varios de este tipo (algunos un toque tirados de los pelos), pero el tema es que uno se da cuenta que fue premonitorio después que pasa el hecho en cuestión. Pasa algo puntual y ahí decís “ah, yo había soñado esto”. Ya pasó. De nada sirvió la anticipación onírica.

Recuerdo haber tenido cinco sueños que llamo premonitorios. Lo curioso es que en todos los casos fueron durante la noche previa al suceso. No es que “ah, yo soñé eso hace unos días, o la semana pasada”. No. Anoche.

El primero que recuerdo es una pelotudez. Había soñado que estaba en lo que parecía ser un centro comercial de varios pisos, tipo el Unicenter. Yo estaba en una de las plantas superiores, y veía a un tipo que estaba cambiando una lámpara quemada, parado sobre la baranda que daba al vacío. Se veía como una maniobra un tanto arriesgada, porque si perdía el equilibrio se podía caer. Pero no pasó nada. Esa mañana mientras estaba yendo al trabajo, desde el colectivo vi en una galería comercial, que un tipo estaba en el primer piso cambiando una lámpara, con un pie apoyado en una escalera, y con el otro en la baranda que daba al hueco. Me quedé muy asombrado por las muchas coincidencias.

El segundo fue no mucho tiempo después. Ponele que un año más tarde, pero fue un poco más intenso, porque yo ya no era un simple espectador de los hechos, sino que me involucraba. Ya hacía casi un año que habíamos terminado con Nina, y que ella me había bloqueado en todas las redes sociales. En el sueño yo estaba usando la computadora, y de repente la veo a Nina conectada al MSN (era esa época, fines del 2008). Me llamó la atención, porque como ella me tenía bloqueado, yo no podía ver su estado. Pero si estaba online quería decir que me había vuelto a admitir. El sueño terminó ahí, sin hablar nada, pero con esa certeza. Ese mismo día, horas más tarde, ella me desbloqueó en el MSN y volvió a hablarme.

Ahora tengo alguna duda si fue ese mismo día, o pasaron un par. Capaz el recuerdo fue levemente dibujado para hacer más épica la anécdota.

En otro de los sueños, yo iba por la calle y veía un par de edificios incendiándose. Dos edificios enfrentados, con una calle de por medio. Era imposible que el fuego se hubiese extendido de uno a otro por sus ubicaciones; pero ambos ardían. Me desperté esa mañana y en mi teléfono tenía un mensaje de un amigo, enviado durante la madrugada, en el que me avisaba que se había incendiado nuestro bar de cabecera, al que íbamos siempre. Capaz el sueño fue a la misma hora que se quemaba el bar. No sé si suma algo aclarar que esa fue la última vez que dormí en La Plata, la noche que se terminó nuestra relación con Angie. Capaz los dos edificios que se volvían cenizas éramos nosotros dos, que nunca estuvimos del todo cerca porque había una calle entre medio de ambos.

Otra vez me pasó que dentro del sueño, me levantaba para ir al trabajo, con el tiempo medio justo, y poco antes de salir de casa encuentro en el celular un mensaje que me había dejado mi hermano, que decía que no había servicio de trenes. Fue como un "uh, ¿y ahora qué hago?" Tenía que ir en colectivo, lo cual era más tedioso y me iba a demandar más tiempo de viaje. Me desperté, y sentí alivio al comprobar que era un sueño, pero como todavía era de noche seguí durmiendo. Cuando finalmente le levanto y voy a la cocina, encuentro una nota de mi viejo avisando que no había trenes.

La última que se concretó de algún modo, fue un sueño en el que yo estaba esperando un colectivo. Por la calle se acercaba el 15, y me quedó muy marcado este número, que se veía muy grande y de un verde muy brillante. Esa misma mañana le conté esa visión a Ema, mi compañero de trabajo, y le dije que teníamos que jugar ese número a la quiniela. No sé bien por qué, porque nunca jugué. Él me alentó a que lo haga, pero desistí. Al mediodía, cuando salimos a comprar el almuerzo, vimos en la tele que estaba encendida en la parrillita a la que fuimos, que estaban pasando en vivo el sorteo de la lotería nacional. Salió el 15 a la cabeza.

Ayer me desperté con otro número dando vueltas, por haberlo soñado: el 068563. No sé qué significa. Pero capaz a alguno le sirve. Aprovechen.