Un guiño no cuesta nada
Hace
unos diez años, cuando se empezó a hacer masivo el Facebook como red social, yo
traté de resistirme y no registrarme, no porque me pareciera una bosta, sino
porque sabía que con la cantidad de funciones y pelotudeces que tenía, me iba a
enviciar e iba a terminar perdiendo muchas horas de mi vida ahí adentro. Lo
sabía. Finalmente un día caí, y se cumplió todo lo que había vaticinado. De un
modo similar, antes de aprender a manejar, intuía que el día que estuviese
atrás del volante se iban a hacer mucho más patentes mis cualidades de ver las
fallas de los otros automovilistas. Efectivamente, hoy soy un conductor
cascarrabias.
Saqué el registro hace apenas
tres años (yo tenía 31 de edad), pero aún así considero que manejo mucho mejor
que la mayoría. Y es que la generalidad de la gente lo hace como el orto,
digámoslo. Pero hay que diferenciar a los malos conductores en dos grupos: los
que tienen la habilidad o conocimiento para hacerlo bien, y de todos modos
eligen la falta, y los despistados. Este segundo grupo quizás es más difícil de
identificar, y habría que rever sus licencias. Pero el primer grupo es
sumamente peligroso, porque está decidiendo conscientemente obrar mal. Y con
obrar mal me refiero a todo lo que uno “sabe que tiene que hacer pero elige no
hacer”, que en materia vial se traduce en luces de giro para indicar que va a doblar
o cambiar de carril, balizas para anticipar detenciones o maniobras diversas, darle
prioridad al que viene circulando por la rotonda, respetar los carriles, etc.
Cuando uno va a dar el
examen de manejo tiene que estudiar todas estas cosas, pero no como reto para
evadir la prueba, sino para aprenderlas y usarlas. Usarlas siempre. Yo lo hago,
y capaz me convertí en un extremista del manejo, y mientras estoy andando y veo
a alguno cometiendo una infracción, se desata lo peor de mí. Puteo mucho en el
auto. Lo que pasa es que la óptica del conductor te obliga a estar con los
sentidos mucho más alerta, viendo qué hace y qué no el entorno. Y ahí tengo dos
herramientas para dar a entender mi descontento para con el infractor: la
bocina (principalmente usada de día) y las luces altas (de noche). A veces
acompaño estas indicaciones con un sonoro insulto, pero casi siempre más a modo
de desahogo que intentando que la persona me escuche.
Ayer venía circulando
tranquilamente por la General Paz (que para los que no conocen, es una autopista
que recorre el perímetro de la Ciudad de Buenos Aires), y varios metros delante
de mí venía un auto, que en determinado momento decide cambiarse de carril, y
lo hace así, como pancho por su casa. No fue una maniobra brusca, no hubo
riesgos de ningún tipo, pero simplemente por mera cortesía (o por respeto a la
ley) debía indicarlo con el guiño. Muy cerca del auto venía una moto, que
posiblemente estaba conducida por un defensor acérrimo de la seguridad vial, al
igual que yo. El motoquero se puso a la par del auto, miró fijamente al
conductor mientras con una de sus manos le hacía un gesto (juntando la yema de
los cinco dedos y luego separándolos repetidas veces) indicando que debía usar
las luces para el cambio de carril. El señor de la moto estuvo mucho más cerca
de la cortesía que de lo grosero; nada que reprocharle. Luego que el vehículo
de dos ruedas se alejó, el auto puso el guiño para un lado, luego para el otro,
por tercero las balizas, y volvió al estado original, todo en cuestión de cinco
segundos.
La situación me despertó
una carcajada. Fue la primera vez que una falta en la calle me produjo risa. Vaya
uno a saber qué fue lo que el tipo del auto le entendió al motoquero. Habrá
interpretado que debía probar el funcionamiento de las luces, y el hombre le
hizo caso, por si las moscas. Igualmente la risa me duró hasta dos minutos más
tarde, cuando el mismo auto volvió a cambiarse de carril, y como era de
suponer, sin la luz correspondiente. No había entendido nada.
Yo por todo esto que contas, prefiero ir cebando mate en el asiento del acompañante. Me estresé de leer tantos movimientos...jaja
ResponderBorrarDale, acepto. Amargos para mí, por favor.
BorrarNo podría ser de otra manera.
Borrar¡Hola! Mira que yo conduciendo, creo que entraría en el grupo de los despistados, razón por la que siempre, siempre estoy postergando esto de aprender a conducir, soy despistada en el día a día, dicen que manejando uno se pone más alerta, pero me gustaría que alguna vez, alguien con un despiste similar al mío me lo asegure y quizás, le crea y me anime, mientras, sigo de copìloto o pasajero ;).
ResponderBorrarPero sé que falta mucha educación vial y quién haga cumplir las leyes, que realmente, con las multas correspondientes (y hasta con un par de días guardados), se solucionaría mucha de esta irresponsabilidad al conducir, que a veces es leve, pero a veces cuesta más que sólo dinero
¡Un abrazo!
Yo creo que si vos tenes ganas, tenes que sacar el registro. Los despistados van a existir siempre. El verdadero problema son los otros, los que saben que tienen que hacer algo y eligen omitirlo.
BorrarEs justificado tu mal humor.
ResponderBorrarSaludos.
Pero a veces es... mucho.
BorrarJajajaja. Yo no conduzco pero es cierto que hay gente que no sé cómo hizo para sacarse la licencia. Los peatones vivimos situaciones de peligro a diario... Si este hombre no estaba acostumbrado a poner el intermitente, por mucho "dígalo con mímica" que le hagan, no lo va a entender. Sobre todo porque la gente tiende a pensar que es el resto del mundo el que conduce mal.
ResponderBorrarBesotes!!!
Me olvidé de criticar a los que estacionan en la calle, ocupando el lugar donde entran dos autos... Grrrr
BorrarMe encantó jajajajaja, en mi ciudad se ven muchas infracciones de éste tipo debido a que es muy pequeña y por esa misma razón todos creen que nada es necesario. Quizás por eso se producen tantos accidentes.
ResponderBorrarMe acuerdo de un pueblo de Córdoba donde tengo familia, que si veían a un auto con luz de giro, sabían que esa persona no era del pueblo... jaja
Borrar¿De que ciudad sos?
Aca pasa lo mismo, cuando ves a alguien con cinturón es porque definitivamente no es de acá. De Rufino, Sta Fe. No se si conoces.
BorrarNo, pero me dieron ganas.
BorrarJaja, claramente se burlaba del motoquero, más ganas me dieron de pegarle. Yo hace años que no manejo, me ponen muy nerviosa esas actitudes y creo que soy capaz de armar un desastre.
ResponderBorrarBesos
Hay que hacer un control mental constante. Igual no me sale muy bien que digamos.
Borrarpor curiosidad entré a tu perfil y ví tu blog, y ahora no puedo parar de leerlo, esta mañana que no estaba siendo la más feliz del mundo, por un ratito no pude parar de reír, así como vos ese día con la falta del señor...
ResponderBorrarOh, que gran cumplido! Me alegro mucho de haberte podido sacar aunque sea una sonrisa. Sos bienvenida por estos lares.
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