Necesidad de escritura
Siempre encontré cierto placer por la escritura. Bueno, la
palabra “siempre” tiene sentido dependiendo desde cuándo empezamos a contar,
pero en líneas generales puedo afirmar que desde la post adolescencia que empecé
con ello. Por aquellos años yo tenía mi bandita de rock, y si bien mi idea era
ocupar únicamente el rol de bajista, por algún motivo además terminé cantando,
y por algún otro motivo, escribiendo las canciones. Cabe destacar que los
primeros intentos fueron francamente horribles, pero con el correr de los años
dejé de tomar la letra como un mero relleno, y empecé a verla como un medio de
expresión, donde podía canalizar cosas que quería decir y que no encontrase
cómo. La verdad que nunca me gustaron demasiado esas letras súper directas al
mejor estilo punk “la vida es una mierda y no me gusta nada”. No quería caer en
eso, así que me vi forzado a decir esas mismas ideas, pero de un modo más
sutil, más poético y metafórico, si se quiere. Porque en definitiva lo que yo
quería era escupir mi interior, hacer catarsis, independientemente de si los
receptores lo entendían o no. Todas las canciones que escribí eran
autoreferenciales, y me llenaba de orgullo cuando las concluía.
Pero luego de unos años la banda se disolvió, con la
consecuente desaparición de ese medio de expresión. Para darle un contexto,
estamos más o menos en el año 2008. Pero ya la necesidad de escribir estaba
instalada, así que empecé a indagar en el universo de los cuentos. El primer
inconveniente que encontré, es que acá sí era necesario que el lector
entendiese el texto; ya no podía ser algo abstracto, porque había desaparecido
el soporte musical, que en el caso anterior era lo que generaba la mayor
atracción. Y elaborar un cuento a partir de una vivencia personal resulta más
complejo de lo que uno piensa, aunque la anécdota nos parezca muy jugosa. El
otro problema era la duración del relato, porque me di cuenta que tardaba
mucho, y llegado un momento la ansiedad empezaba a pincharme, y quería darle un
cierre a la historia.
Para ese entonces decidí comenzar un blog para ir subiendo
todos esos relatos, entre otras cosas. Pero pasado el envión motivacional de
los primeros tiempos, la tarea se comenzó a volver un tanto tediosa, con lo
cual cada vez me era más distante la escritura. Pero la lectura del Martín
Fierro con su estructura de rimas me trastornó un poco, al punto que me
encontré en más de una oportunidad caminando por la calle, pensando en rimas. Y
para colmo me pareció que me salían con cierta facilidad, así que traté de
aprovechar esto, y escribí unas cuantas, algunas mejor logradas que otras. Creo
que uno de los hitos de aquel período fue lograr escribir en verso las
experiencias vividas durante las vacaciones de verano en Colombia. En total
fueron unos 54 párrafos de 8 versos cada uno en promedio. Aunque quizás el
mérito obtenido en lograr un relato coherente manteniendo una rima, iba en
desmedro de la profundidad del mismo.
Ya hace un par de años, más o menos a la par del nacimiento
de este blog, retomé la idea de los cuentos, pero otra vez me topé con los
mismos inconvenientes, o sea, la dificultad de sostener un relato largo con la
misma intensidad. Es decir, capaz lo comenzaba bien, pero a mitad del trabajo
empezaba a querer sacármelo de encima. Y un poco ese fue el motor del
nacimiento de este espacio: poder escribir más espontáneamente, sin tanto
detenimiento en encontrar la belleza literaria, ni un hilo narrativo atrapante.
La idea era escribir.
Y ya después de haber abandonado el blog, caminando por un barrio de Zaragoza me topé con un libro de Borges, a quien (debo confesar) nunca había leído. Ese libro me cambió la vida. Bueno, capaz no tanto, pero quería que sonara más impactante. Esa historia la contaré luego.
Es interesante lo que contás, como pasaste de la música a la escritura.
ResponderBorrarLas dificultades que encontraste, como la fuiste superando.
Saludos
Si, es un poco ir encontrándole la vuelta con lo que hay y lo que sale en el momento.
BorrarPienso que escribir ayuda. Yo el defecto que tengo es que con la escritura no tengo disciplina alguna. Leer me es mas sencillo y devoro libros. No se si sea el momento particular de la vida que es que por ello uno esté ávido de escribir...
ResponderBorrarNo quisiera dejar de hacerlo pero a veces las cosas tristes dije que no volveria a plasmarlas como hace ya tantas veces...
Pienso que uno se salva de algún modo escribiendo
Si, creo que ayuda. No a todos, obviamente. Como cualquier disciplina, a algunos les sirve escribir, y otros se desquitan haciendo crossfit, ponele.
BorrarEn mi caso escribo desde que tengo memoria, y por cosas de la vida, o creencias antiguas nunca me visualicé como escritora profesional. La ansiedad es tremenda, me pasa que me desespero por cerrar una historia. Por ahí, lo mejor es dejarse fluir, es muy raro lo de las rimas y el Martín Fierro, lo veo como un camino...no se, escribiendo ocurren cosas raras. Me siento feliz de encontrarme aquí leyendo y también de leer los comentarios de otros escritores...
ResponderBorrarSi, lo de pensar en rimas después de leer el Martín Fierro fue muy extraño, y nunca me pude desprender de esa métrica. Después la cosa tomó más sentido u orden al leer a Borges, pero eso queda para otro relato.
BorrarRespecto al texto y al tema de la disciplina, la rima y la estructura, escribir de forma terapéutica me enseñó que no hay un tiempo que respetar ni una disciplina que adaptar.
ResponderBorrar¿Que es para uno ser disciplinado? a mi personalmente que siempre me identificaba con "quien deja todo por lo mitad" una noche en un sueño me llegó un mensaje : "La continuidad es un conjunto de intentos" y con esto solo les quiero aportar mi verdad y valor de ver que escribir de forma continua o discontinua solo es un juicio.
Somos ciclicos y la vida siempre es en espiral. Tocar cada vez mas profundo por los mismos lugares y de diferentes modos ♥
PD: Tambien me encantaria escribir en versos, es un debe que todavia me cuesta desarrollar asi que me presto al proximo post
Si, creo que la disciplina hay que hacerla a un lado. No es algo positivo por sí mismo, sino una herramienta, que depende cómo se la use puede ser útil, o puede destruir.
BorrarA mí me cuesta mucho igual. Suelo ser bastante estructurado, y con respecto a la escritura, cuando escribía cuentos, era toda la "energía" puesta en eso, cuando empecé con poemas lo mismo. Ahora estaba otra vez en etapa de poesía, pero reviví el blog, e intentaré mantenerme en ambos flancos.
Qué libro de Borges era? Ese señor es un enigma para mi, no logro conectarme...
ResponderBorrarHola! El libro era una antología. Puntualmente se llama "Nueva antología personal". Son poemas, cuentos, ensayos, de todo un poco, elegidos por él mismo. Yo nunca lo había leído, y de hecho es lo único que leí hasta ahora. Lo sentí mas cercano de lo que creía que podía resultar.
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