Opciones temporales

El otro día pensaba (y hablaba solo, y en voz alta, que es algo que estoy haciendo cada vez más frecuentemente) en esos supuestos imaginarios, absolutamente imposibles de acontecer, pero que son divertidos, o a lo sumo entretenidos a la hora de analizarlos y debatir un rato. Le propuse el tema a un par de amigos y gustó, y acordamos hacer una videollamada para hablarla detenidamente, pero si bien hicimos la “reunión”, después la charla se extendió en otros temas y nunca llegamos a esto.

Pero qué tanta vuelta, y no se entiende de qué estoy hablando. Ahí va, ya lo digo. Lo que había estado pensando era… Imaginemos que podemos elegir una, y sólo una de las siguientes posibilidades. Son como superpoderes, o no sé si tanto, pero algo por el estilo, y todas un poco por la misma línea.

Opción 1: viaje en el tiempo, tal como nos lo enseñó el cine de ciencia ficción. Puede ser a cualquier fecha a elección, tanto pasado como futuro, pero es únicamente un viaje de ida, es decir que no podemos volver. Viajamos a ese punto temporal, y listo, hay que continuar la vida ahí. No se puede llevar nada, ningún objeto; únicamente la ropa puesta. Y es sólo un viaje temporal, no espacial. Es decir, que si estamos en la ciudad de México (por poner un ejemplo cualquiera), aparecemos en el año señalado, en la ciudad de México, o lo que sea que hubiese y vaya a haber en ese sitio.

Opción 2: es una especie de viaje en el tiempo, pero como si fuésemos un fantasma (por decirlo de algún modo). O sea, viajamos a cualquier año a elección, tanto pasado como futuro, pero no podemos interactuar con nada: la gente no nos ve, y no podemos alterar los acontecimientos con nuestra presencia. Al igual que en la opción anterior, tampoco podemos cambiar de ciudad en el viaje temporal. Pero en esta opción sí podemos volver a nuestro presente. Es decir que podemos viajar a cualquier punto de la historia, quedarnos el tiempo que queramos, y volver. Eso sí, si nos quedamos por ejemplo dos años en el punto temporal elegido, vamos a regresar dos años después de hecho el viaje. Es como si nuestro cuerpo quedase en suspensión en esta realidad, y viajase la mente sola, pero el tiempo de acá sigue transcurriendo.

Opción 3: reencarnar en nosotros mismos, a cualquier edad que hayamos tenido (o sea, se entiende que solamente se puede ir hacia atrás), pero con la mentalidad de hoy. Supongamos que actualmente tenemos 40 años, y queremos volver a los 15. Entonces es como si la historia retrocediese hasta 1995, y volvemos a habitar nuestro mismo cuerpo de los 15 años, pero con nuestra mente, nuestros conocimientos, nuestros recuerdos, todo, todo, todo tal cual a como es hoy a los 40. No podemos llevar nada, porque solamente viaja la conciencia, por decirlo de algún modo, pero sí vamos a cargar con todos los conocimientos que estén alojados en nuestra memoria. Pero hay que tener en cuenta que el hecho de saber “lo que teóricamente iría a suceder” puede llegar a alterar ese futuro, dependiendo cuál sea el acontecimiento.

Básicamente era eso. Es un juego que me gustó, y da para el debate porque a medida que uno profundiza en cada una de las opciones, empiezan a saltar a la vista los pros y las contras. Los invito, si les copa, que elijan o comenten.

Comentarios

  1. Sin dudas -y no hay otra opción posible- que la 3... Volver sobre nuestros pasos con la sabiduría del hoy nos haría imbatibles. Y ni hablo de salvar la mundo o comprar dólares para mi beneficio jaja sino corregir toda mi vida o hacerla un poco mas coherente digamos.

    Las demás opciones son mas infantiles ponele, onda Volver al futuro. No te parece?

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    1. Si, pareciera que no hay dudas, porque creo que todos los consultados eligieron la misma (me incluyo). Salvar el mundo es una tarea demasiado compleja. A duras penas nos podremos salvar a nosotros mismos.

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  2. La opción 1 es la típica de los viajes en el tiempo.
    Algo parecido a la opción 2 está en un cuento de Borges. No me acuerdo como se llama, pero al tipo lo están por fusilar, y en el momento que le está por dar la bala, se congela el tiempo y su mente "viaja" durante un año.

    La opción 3 es la que elijo. De las 3 es la única a la que no le veo alguna falla clara.... o no la entendí bien, ja

    Abrazo!

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    1. Y, la opción 3 tiene sus desventajas también. Primero porque hay una renuncia del presente. Estarías abandonando todo lo que tenes acá, y es muy probable que después las cosas no se vayan dando exactamente de la misma manera. Personas que no llegarías a conocer, por ejemplo, pero con la certeza que las tendrías que haber conocido.

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  3. Descarto la primera, porque es tentadora. Pero un error en la elección puede terminar mal, con fin trágico. No sería aconsejable ir al futuro de La máquina del tiempo, para encontrarse con los morlocks.
    La segundo opción es más segura, no hay peligro. Pero no se puede alterar el pasado, con los conocimientos del presente. Y eso puede ser frustrante.

    La tercera tiene más ventajas. Y hasta se puede cambiar la historia personal. Aunque tiene sus riesgos, por esa misma razón.

    Saludos.

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    1. Si, la primera no tiene mucho sentido, a menos que uno sea un fanático de algún período histórico puntual. La segunda me parece que sirve para ser testigo de cosas que pasaron pero que uno no presenció y se quedó con la duda. Pero bueno, hay que ver hasta qué punto nos es útil esa certeza el día de hoy. Y de la tercera esa es la clave me parece, cambiar la historia personal. Pero sí, puede ser que terminemos cambiando también cosas que no queríamos alterar.

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