Cerati, parte uno
Hace rato que tengo ganas de escribir sobre mi vínculo con
Cerati, o mejor dicho, lo que su música significó para mí, y tenía pensando
hacerlo ayer aprovechando la fecha, ya que hubiese cumplido 59 años, pero se me
fue pasando el día y no lo hice. Pero hoy sí, total no cambia nada. Yo no estoy
seguro si los que leen desde España por ejemplo, saben quién es; siempre tuve
mis dudas de si su fama llegó hasta allá.
Durante mis primeros años de adolescencia yo prácticamente
no escuchaba música. Si lo hacía, era poner la radio y que sonara lo que la
emisora tuviese ganas de pasar. Tampoco en casa había una cultura musical que
impulsara ese gusto. Entrado el año 1996 tuvimos por primera vez en casa un
minicomponente con lector de CD. No era algo nuevo, pero en casa no había. Pero
lo que ahora no había eran discos para escuchar. Mi viejo trajo un par de vaya
uno a saber qué, y mi hermano, un año mayor que yo, que en ese entonces tenía doce,
pidió de comprar Sueño Stereo, el último álbum de Soda. Yo siempre creí que fue
porque sus compañeros de colegio escuchaban a Soda Stereo y a esa edad uno es
más influenciable, pero hace unos meses me vine a enterar que en realidad fue
porque le gustó el diseño de la portada, y ni sabía de quién era el disco.
Durante un año sonó mucho Soda en casa: ese único álbum. Porque
en esencia nada había cambiado, y ninguno en la familia sentía interés por
indagar más sobre un artista o una banda. La música quedaba de fondo, sin
importar demasiado. Pero en el ’97 hubo un domingo que salimos de paseo, y era
el día que tanto mi hermano como yo nos íbamos a comprar por primera vez en la
vida música usando nuestra plata. Teníamos nuestros ahorritos, y cada uno se
iba a comprar un disco. Él, manteniendo una especie de continuidad se compró “El
Último Concierto B” de Soda, y yo… uno de La Sole. No tengo perdón. Pero hay un
justificativo, y es que por esas épocas se la escuchaba mucho por todos lados,
y además habíamos ido de vacaciones a Córdoba, donde se hacen festivales
folklóricos, y eso me terminó contagiando un poco ese gusto.
Esa noche, mientras volvíamos a casa, los dos estábamos muy
contentos con nuestros discos, pero la alegría no duró mucho. Porque claro,
había un solo reproductor. Y se empezó a generar una rivalidad que duró meses,
porque cada uno quería escuchar el suyo, y el otro se lo imposibilitaba.
Seguramente también se mezclaban las ganas genuinas de escuchar, con el
molestar al otro y no dejarlo en la suya. Y esta pelea constante se trasladó a
la música, porque mi bronca era con mi hermano, no con Soda Stereo. Pero de
alguna manera canalizaba en esta banda el enojo que me daba no poder escuchar a
Soledad, y de esta manera tomé distancia de esa música.
Para 1999 el panorama ya era otro, porque había ido
descubriendo bandas, artistas, estilos, y estaba empezando a darme cuenta que
cierta música me llegaba de una manera diferente, generando sensaciones nuevas.
La Sole ya había quedado en el olvido, y el rock, el punk y el grunge entre otros,
se me venían encima como una avalancha descontrolada que tendría que ir
aprendiendo a barrenar de a poco. A medida que fui sumergiéndome en bandas
principalmente de habla inglesa, descubrí que Soda Stereo no estaba muy alejada
de todo lo que ahora entendía que sí me gustaba. Pero Soda seguía cargando con
ese componente de desprecio incoherente por mi parte. De todos modos, el darme
cuenta justamente de esta incoherencia, sirvió para volver a acercarme y a
darle una nueva oportunidad. El resultado fue efectivo, al punto tal que me
encontré con que Soda había sido (y esto es meramente subjetivo, es lo que
pensaba en ese entonces) la mejor banda argentina de la historia.
Hola, bueno yo culpable que no he oído nunca a Soda, lo he buscado en Internet y la verdad que no esta nada mal:), en mi casa la que digamos introdujo la música fui yo en mi adolescencia, entonces era con un tocadiscos muy simple pero que hacia muy bien su papel, en aquellos tiempos aquí en España era el auge de Miguel Rios, Camilo Sesto, Miguel Gallardo etc..., la era dorada de los italianos, luego con el tiempo fui descubriendo a Dire Straits, Mike Oldfield y muchos mas, ahora un amigo me ha descubierto las baladas Heavys que son preciosas, muchos tenemos una idea muy equivocada de la música Heavy, y entre los que he descubierto me encantan Axel Rudi Pell, Disturbed y muchos mas, la música y los libros siempre me acompañan.
ResponderBorrarBesos.
Muchas veces uno termina dependiendo del entorno para conocer cosas nuevas, y otras capaz las descubrimos pero a destiempo, y no nos terminan conmoviendo.
BorrarConfieso que nunca fui muy fan de Soda Stereo. Me gustaba algún tema suelto pero no me llamaban demasiado. Era mucho más de los Redondos. Jajajaja.
ResponderBorrarDe todas formas, creo que todos tenemos esos grupos que, por una u otra razón, nos marcaron en nuestra adolescencia o primera juventud. Y eso es algo muy bonito. Besotes!!!
¿Sos de las pocas españolas que conocen Soda? jaja, y veo que la rivalidad con los Redondos trascendió fronteras también!!
BorrarSoy hija de uruguaya y viví diez años en Montevideo. Aquí nunca encontré a nadie que los conociera... Jajajaja.
BorrarAhhhh, ese dato cambia toda la ecuación! ¿Y adquiriste el gusto por el mate también? Igual el mate uruguayo y el argentino son diferentes; distinto tipo de yerba.
BorrarQue bien que le diste una oportunidad, llegaste a descubrir Soda Stereo.
ResponderBorrarNo se por qué, te hago más del palo de los Redondos o de Sumo. Como si una cosa inhabilitara la otra.. ja. Esas rivalidades sin sentido que se gestaron en el rock...
BorrarLo de la fecha me lo dijo el taxista que lo "había escuchado recién en la radio" mientras sonaba en la radio "de música Ligera", lo loco es que me lo dijo justo antes de llegar al Planetario (estaba llegando tarde al espectáculo), y aproveché para remarcarle rápidamente que ahí Soda había filmado el video de la canción Zoom
ResponderBorrarPor eso también incluí a Sosa en mi última entrada
Abrazo!
Es cierto. Es difícil no recordarlos cuando uno pasa por el Planetario. Lo mismo con el Pucará de Tilcara (aunque nos queda algo más lejos).
Borrar¡Hola! Curiosa historia con Soda, me resulta más curioso que haya llegado ese disco a casa por la portada y no por el contenido musical ¡Jo! Esas cosas de la vida.
ResponderBorrarLa verdad, yo a la banda la había escuchado, más por temas sueltos que pasaban en la radio y no fue hasta que vi algunos videos de Cerati en solitario, que indagué un poco más su carrera musical y tomé un poco más de gustito por la música de Soda. Aunque, no son de mis favoritos, tienen buenos temas.
¡Un abrazo!
Si, es interesante lo de cómo llegó el disco ese a casa. Capaz si no era por ese detalle, la historia hubiese sido completamente otra. O no, por ahí pasaba lo mismo... quien sabe.
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